En qué anda: Florencia Núñez

Matilde Campodónico

Matilde Campodónico

Kristel Latecki

Florencia Núñez acaba de editar Bailo en la silla, el primer single de su segundo disco Palabra clásica, que saldrá a la luz a la brevedad. Tan a la brevedad que en este momento está en la espera de que las plataformas digitales hagan lo suyo y finalicen sus procesos para hacer llegar su música a los oídos de todos. 

Palabra clásica será el seguidor de Mesopotamia (2014), ganador del Premio Graffiti a Mejor álbum indie y un disco folk pop que tenía a la guitarra y a la voz como protagonistas. Sin embargo, para este nuevo trabajo Florencia decidió abandonar los confines de su guitarra y darle a sus canciones una ornamentación decididamente más pop y divertida.

Pero antes que lleguen sus nuevas canciones, Florencia cuenta cómo fue el proceso de creación y grabación de Palabra clásica, cuya presentación oficial será el 21 de octubre en La Trastienda Samsung.

 

¿Cómo encaraste la composición y producción de este nuevo disco? Te pusiste algún objetivo a seguir?
Cuando empezaron a surgir las canciones que hoy forman parte de Palabra clásica fui notando que había una especie de tono o color en común entre ellas. Al principio me pasó con Pacto, una canción que destrabó el canal compositivo que se había trancado luego de Mesopotamia, mi disco anterior. Pacto fue la primera canción que alumbró y lo hizo en una dirección clara: iban a ser canciones pop. Tuve ese pálpito y durante todos esos meses que estuve componiendo las canciones se encaminaron hacia ese lugar. Con Guillermo Berta (productor del disco y también baterista del grupo desde hace un par de años) quisimos hacerle caso a ese guiño pop que empezó a surgir en las canciones y optamos por acompañar la producción por ese lado. El objetivo es que luego de terminado el disco me gustara y divirtiera tocar en vivo esas canciones. Un poco lo que me quedó del disco anterior fue que había un grupo de canciones que disfrutaba más tocar en vivo que otras, entonces dije "bueno, que en este disco nuevo todo me divierta tocar, sea en el formato que sea". Un poco con esos parámetros fue que nos manejamos.   

Este entonces será un disco decididamente más pop, ¿qué te llevó a querer apostar a esa sonoridad? ¿Cómo lo lograste? ¿Fue un desafío?
Hacer un disco pop fue causa y efecto de las canciones que surgieron. Las canciones se retroalimentan del estilo del disco y viceversa, me resultan cosas difíciles de separar en este momento, estoy muy próxima a la obra. La sonoridad pop también tiene que ver con lo que a mí me gusta escuchar. Quise hacer algo que me gustara escuchar así como escucho a otros artistas, no hacer un disco y decir que no me representa, sino todo lo contrario. Que me hiciera sentir bien al tocar en vivo, me moviera y sacara también del lugar del cantautor con la guitarra como medio escondido tras el instrumento. Este disco me da ganas de moverme, de cantar más, de generar otros sentimientos, una cosa más alegre y lúdica que está super interesante también.  Fue un desafío total, y creo que es un camino y me queda mucho por descubrir de dicha sonoridad, no tener prejuicios de ningún tipo, animarse más. Creo que cumplimos con la premisa y por mi parte tengo ganas de seguir explorando ese terreno.

Ya habías trabajado con Guillermo en el anterior, ¿fue natural convocarlo para el segundo?
Sí, trabajar con Guile se dio de modo natural. En mi primer disco se encargó de mezclar y aprendí muchísimo trabajando a su lado. Somos amigos antes que colegas también, eso es muy importante, hay una confianza en el otro que es fundamental. Cuando terminamos Mesopotamia supimos que el segundo nos iba a volver a reunir pero desde un lugar más comprometido, incluso tenemos una coautoría en una música, es decir, estuvo desde el vamos. Que él estuviera en la producción me relajó muchísimo en muchos aspectos. Pude enfocarme más a la interpretación, la cantada, a pulir las canciones juntos, etc. Además Guile toca la batería en la banda y en el disco, es un excelente instrumentista además de productor. 

¿Por qué fue para vos importante masterizarlo en el exterior y cómo llegaron a Sterling Sound?
Cuando delineamos con Guile cómo iban a ser las etapas para la concreción del álbum y teniendo en cuenta que queríamos hacer un disco de canciones pop pensamos que masterizarlo afuera era una opción acertada, sobre todo teniendo en cuenta aspectos de sonido que está bueno contemplar. Las mezclas quedaron a mi entender muy lindas, había una base acorde para trabajar. Guile contactó a Sterling Sound, un estudio en Nueva York que masteriza a muchísimos artistas a nivel mundial. En particular nos gustaba el trabajo de dos ingenieros, Greg Calbi y Tom Coyne. Coyne falleció lamentablemente hace pocos meses, cuando estábamos terminando de grabar. Trabajó en los discos de Adele, que tienen un sonido impresionante por donde se los mire. Al final acordamos masterizar con Greg Calbi. Fue un honor para nosotros que pasara una cantidad de horas escuchando un disco hecho por nosotros aquí en Montevideo. Calbi trabajó con artistas como Dylan, los Beatles, Paul Simon, y más acá con bandas como Tame Impala, Real State, Kurt Ville, y nos encantaba el trabajo que hizo en esos discos, suenan muy muy bien. Quedamos super contentos con el toque que le dio al disco, lo bien que suena, cómo supo captar nuestro espíritu, en fin. Súper felices con nuestra incursión en un estudio neoyorkino desde nuestros hogares. 
Algo anecdótico al respecto es que el mismo día que nosotros sacamos el lyric video de Bailo en la silla, Taylor Swift sacó el lyric video del corte de su nuevo disco... ¡masterizado por el propio Calbi! Una coincidencia muy cómica para nosotros. 

¿Por qué le pusiste Palabra clásica?
Palabra clásica es el título de una de las canciones del disco. Es una canción que si bien a simple vista, rítmicamente y desde su construcción no es algo pop, encierra muchas cosas que me interesan comunicar. Habla de ese momento caótico y a la vez armónico de la creación, que es cuando todo está en el lugar en el que tiene que estar, donde pertenece.
Las canciones son la constante que marcan mi vida. Creo que pueden cambiar muchas cosas pero lo que significa una canción es algo que ya está totalmente gestado en mi personalidad artística, si se le puede llamar de ese modo. Es donde siento que pertenezco. Por eso el título del álbum. 

¿Cómo te enfrentaste al resultado final? ¿Qué te pareció?
El final fue muy bonito. En lo personal me encantó haber llegado a ese resultado, haber elegido esas canciones, tocar el disco en vivo va a ser muy divertido para todos. En general al grupo le gustó el producto final y eso no es algo tan fácil. Si bien las decisiones estéticas y sonoras eran más de Guile o mías, que a las personas que estuvieron, participaron y aportaron en el proceso les haya gustado el resultado es una alegría.  Me deja también la sensación de que no me estoy preguntando qué va a ser lo "siguiente" en materia de nuevas canciones o rumbos, sino ganas de disfrutar y recorrer mucho con este disco.
Me gusta el disco y creo que hasta puedo escucharlo en casa, asentir con la cabeza y no avergonzarme (risas).

¿Qué podrías adelantar?
No veo la hora de que Palabra clásica invada otras casas y otros auriculares. Puedo adelantar que es un disco optimista. Estoy segura de que el concierto en La Trastienda será muy enérgico, estamos con todas las ganas de hacer sonar el disco en vivo y de ver qué le pasa a la gente ahí, cómo es la reacción ante muchos temas que no hemos tocado aún.