Mariana Lucía entre la vida, la muerte y la eternidad
Kristel Latecki
En los últimos años Mariana Lucía pasó por varios cambios. Se radicó en Bogotá, donde siguió tocando desde donde editó el tema Chupate esa Uchuva junto al grupo local Los Yoryis, hace dos años tuvo a su primer hijo y volvió a radicarse luego en Uruguay.
Todos esos vaivenes físicos y emocionales influyeron y se ven representados en su quinto disco, La eternidad y sus tantos sentidos. Optando por una instrumentación más acústica y percutiva que su anterior trabajo, Mariana volvió a sus primeros discos, pero no del todo. Trae consigo a Diego Drexler como productor, y músicos como Leonardo Rodríguez y a invitados como Martín Buscaglia y Queyi, que aportan dando toques particulares, creativos y hasta extraños a cada tema. Comentario aparte merece también el exquisito trabajo de voces de Mariana y los varios coros que aparecen. En Cielo, Chupate esa uchuva, Cama Rodante y La serie de tai-chi, se lucen e intervienen de diferentes maneras, elevando y embelleciendo cada track.
Como su nombre podría indicar, La eternidad y sus tantos sentidos tiene algo de existencial, de equilibrio entre la vida y la muerte, más allá de la liviandad y lo apacible de su escucha. De estas cosas hablamos con Mariana Lucía.
¿A qué se debe este cambio sonoro rotundo con respecto a Mi corazón bombón?
Creo que fue Mi corazón bombón el disco excepcional respecto de lo sonoro. Este nuevo disco se parece más a mis dos primeros discos que son más delicados, sin baterías por ejemplo. Diría volví a ser fiel a mi onda. Mi propuesta se caracteriza por ser bastante intimista. Sin duda en Mi corazón bombón había una emoción estética más explosiva.
Los instrumentos acústicos hacen que todo suene más íntimo y cercano. ¿Ese fue un objetivo?
¡Sí, eso! Lo pensamos así con Diego Drexler, el productor, que fuera un disco que “te cante cerca del oído” y austero en instrumentación con presencia percutiva y coral.
Contame sobre el tema Salvador, que lleva el nombre de tu hijo ¿Cuándo compusiste este tema? ¿Cómo fue su proceso?
Salvador la compuse unos meses después de haber nacido mi hijo. Es una canción que relata de forma casi literal lo que me estaba pasando en ese momento. Mientras la componía, al principio, me costaba cantarla sin llorar. Sumado a eso tenía poco tiempo para componer y siempre estaba mal dormida dada la demanda que supone un bebé. Fue un proceso lento que requirió inhibir la búsqueda de resultados.
¿Qué son esos sonidos agudos que aparecen sobre todo al principio? ¿Representan algo en particular?
En los ensayos, Leo (percusionista) probaba sonidos y un día tocó ese sonido/ruido agudo y dije “¡sí eso, como delfines!”. Así lo escuché y nominé. Ahora pienso fue un intento de representar una sensación relacionada con una dimensión no material, más sutil, indiferenciada, algo así como un limbo donde pudiera estar un alma que esté por encarnar.
Por ahí aparece bastante versionada Chupate esa uchuva, canción que habías ya editado cuando estabas viviendo en Colombia. ¿Había que transformarla para que estuviera en el disco? ¿Quedó algo de esa vivencia caribeña en tu música?
Esa es la primera versión de Uchuva que al juntarme con Los Yoryis cambió el ritmo y sobre todo la velocidad. De hecho un músico amigo de allá se “burlaba” de lo lento que tocaba la cumbia en la guitarra; y decía que era una tendencia del Río de la Plata arrastrar el tiempo, llevarlo para atrás. Yo les respondía que era al revés: ellos apuran todo (risas). Ojalá haya quedado algo de la vivencia caribeña en mi música pero lo dudo. No lo percibo.
Hablando de versiones, también está Cama Rodante. ¿Por qué elegiste este tema para que apareciera en el disco?
Me faltaba una canción y las candidatas no empatizaban con el resto. Entonces pensé en Cama Rodante, canción de Antolín que amo, que siempre fantaseé con grabar la versión que cantaba con Martín Buscaglia y creo marida muy bien con el gesto estético que propone el disco. ¡Toda madre reciente pide a gritos una cama rodante!
Entre el título del disco, la maternidad que atraviesa las canciones, el tema Del libro de los Muertos, frases como “sería agobiante estar siempre vivo”, y capaz que un poco en Cielo, siento que hay varias menciones de vida y muerte en el disco. ¿Lo ves así o estoy interpretando cualquier cosa?
Es tal cuál lo que decís. “Dar a la luz” tiene mucho de “dejar morir para dar lugar a lo nuevo”. Suena a cliché pero es exactamente eso. La maternidad implica una renuncia brutal que nunca había experimentado, al menos los primeros tiempos. Y eso es maravilloso y doloroso a la vez.