Nathy Peluso llega a Montevideo con la promesa de hacer bailar

Kristel Latecki

Desde chica Nathy Peluso sabía que quería ser artista. Y ahora a sus 24 años es una de las raperas y cantantes latinas más interesantes y cautivantes, que toma del hip hop y su cultura y la combina con la raíz latinoamericana, el soul y el R&B noventeros y el sabor de la eterna salsa.

Nacida en Argentina, tras la crisis se radicó en España con su familia, y entre inmigrantes de diferentes puntos del continente encontró en el hip hop su primer vía para canalizar su personalidad artística, y el punto de partida para crear al personaje Nathy Peluso. 

“La h me la puse de chiquita para hacerme medio la canchera (Risas). Y se quedó así y así se conformó mi personaje”, cuenta Nathy desde Buenos Aires. “Pero no hubo mas intención que esa: la de una nena queriendo hacerse más cool”. (Risas)

Parte del personaje lo conforma su particular acento, que es ahora ya marca registrada y signo de identidad de Nathy. “Lo fui conformando por la vida, porque me relaciono con mucha gente latina, mucho cubano y colombiano”, explica. “Y también por el teatro, el jugar con el lenguaje y la manera de decir las cosas. Habitar diferentes personajes”.

Corashe fue para muchos la puerta de entrada al mundo de Nathy. Tajante y directa, se refiere a un ex amante con fiereza, creando un término y una frase que se apropiaría una generación.  Esa “sh” que transforma a la palabra nació de manera puramente musical. “Compongo con la palabra desde el sonido, con lo que provoca”, afirma. “Jugando con el verso encontré esa sonoridad en ‘corashe’ y me gustó”. 

Si en Esmeralda (2017) mostraba su lado más hiphopero, La Sandunguera consolidó el sonido de Nathy, conformando lo que ella llama “jazz latino” y trayendo el bolero, la salsa y el soul a la ecuación.

“Con La Sandunguera amplié mucho público y sin duda me revelo con esa identidad latina que siento y que descubro en esta etapa de mi vida, con la que conecto y me compone”, cuenta. Aquí sus referentes se ubican tanto en Celia Cruz como en Erykah Badu. “De chiquita se escuchaba Celia Cruz pero poco. Conforme fui creciendo y fui eligiendo lo que escuchaba conecté mucho con la salsa y Celia Cruz, el bolero, Antonio Machin y Armando Manzanero. Todo ese mundo me enamoró.  Y una de las ramas de la música que también me apasiona es el soul, el R&B, la música afroamericana. Admiro mucho a Erykah Badu, James Brown, D'Angelo. Entonces de alguna manera u otra todo sale. En este disco el soul está en Gimme some pizza, Hot butter y en La passione incluso que es más blues”.

Y este año continuó esta exploración con el tema Natikillah, que es para ella una declaración de principios, un manifiesto de su personalidad. “Creo que forma parte del lenguaje musical de La Sandunguera, porque lo compongo más o menos a la par, pero tiene otra serie de universos sobre mis principios. Lo hice como ofrenda para los fans que deseaban una canción mía y una ofrenda al hip hop de los 2000. Entonces mama del universo de La Sandunguera y de un universo nuevo de un hip hop más crudo”.

Hoy Nathy llega por primera vez a La Trastienda, y promete una verdadera fiesta. “Voy a llevar mi show completo con mi banda”, adelanta. “Voy a presentar Natikillah y todos los temas que quieren escuchar. Y voy cargada de energía, con muchas ganas de visitar su país y muy agradecida de que me reciban con tantas ganas. Y voy con ganas de hacerlos disfrutar y bailar”. 


Las entradas para su show en La Trastienda están a la venta en Abitab. Toda la información aquí.