Conocé y bailá con A.M.I.G.A
Hiela Piérrez es una de las figuras más interesantes de la moda local: es maquilladora, por momentos modelo, ocasional cantante, y tiene un estilo personal que no se parece a nada ni nadie. Lila Domínguez es, por su parte, hija de internet: bajo el nombre Lila Tirando a Violeta, ya tiene varios discos y EPs que habitan en una oscura y a la vez brillante nube de vaporwave.
Juntas formaron A.M.I.G.A, un dúo que acaba de presentar su primer EP, y nos dejaron uno de los lanzamientos más divertidos e interesantes de lo que va del año. Lo suyo se basa en la estética y los sonidos del 2000 (aquel electropop híper colorido y efusivo; de Fotolog y mundos virtuales), pero traído al 2018, incorporando guiños de trap y Autotune. Sus letras se centran en la vida digital actual, el narcisismo y la obsesión que producen las redes, así como también los posibles romances que generan y el stalkeo en redes ya difuntas.
Hiela y Lila se conocieron en 2011, pero las unió la idea de traer a Ariel Pink a Uruguay. "Él era un músico referente para ambas, fue un nexo común para el comienzo de una amistad que desembocó en diversas experimentaciones de índole artística", cuenta Lila. A fines de 2012 consiguieron traer al músico, y Hiela, con su proyecto Extravagancia, fue la telonera.
"Desde el 2014 hemos estado reuniéndonos a experimentar musicalmente bajo un seudónimo anónimo que lanzamos en Soundcloud. Pero en 2016 nos dimos cuenta que teníamos ganas de dejar los alias y el anonimato virtual, y comenzamos a cranear A.M.I.G.A. Todas las letras son de nuestra autoría y la música también es un proyecto creativo impulsado por ambas", explica Lila.
El EP debut fue grabado en 2017 y contó con la producción y masterización de Eros White, salvo en el tema Cybercafé, que fue masterizado por HKE del sello Dream Catalogue. También tienen la participación del rapero Infinity Meter, rapero experimental de Nueva York, en Latinchat.
A.M.I.G.A es absolutamente divertido y tiene mucho humor, pero tiene un claro hilo conductor con todo lo que tiene que ver con la vida digital actual, y con guiños súper retro a esta altura. ¿Sentían la necesidad de hacer una suerte de crítica a la obsesión por las redes sociales y la constante exhibición?
En este primer EP nos interesó plasmar de cierta forma la fragilidad y el poder de la interacción humana en la era virtual. Así mismo una burla y retrospectiva sobre nosotras mismas y nuestra dependencia para con las redes sociales.
Las canciones me retrotraen mucho al electropop del 2000. ¿Qué las llevó a volver a ese momento?
Encontramos en este periodo un punto común que nos influyó en nuestro desarrollo artístico. El comienzo de las redes sociales y las posibilidades que esto generó para ambas. También hubo que encontrar una identidad para este primer trabajo y el electropop fue una referencia importante. Pero tampoco nos interesa encasillarnos en un género específico. A.M.I.G.A pretende ser una exploración constante y búsqueda de nuevas texturas sonoras en cada tema, con referencias de muchos géneros tanto emblemáticos como más underground.
El arte del disco termina de unificar todas sus ideas. ¿Cómo construyeron la imagen del dúo?
A.M.I.G.A es un proyecto integral: nos interesa la música tanto como la estética, el concepto general y la dramatización en el escenario. El arte en este disco hace referencia directa a la temática abarcada en lo sonoro. Pero también nos pareció importante (ya que el disco se llama a.m.i.g.a .uy) resaltar aspectos folklóricos uruguayos tanto como los clichés del internet. Una de las texturas de la tapa es una deconstrucción de una obra de Blanes y el CD en sí es una torta frita. Alvin y Davusito el artwork.
Ahora se encuentran en plena preproducción de su segundo EP, que se armará con colaboraciones con diferentes artistas femeninas de América Latina y próximamente lanzarán el primer video de una serie que cubrirá cada canción. En abril se las podrá ver por primera vez en vivo en la fiesta Cherry Pop.