Estreno PiiiLA: Flavio Lira presenta su primer video como Amigovio

Fotos: Agustín Fernández y Diego Pereira

Fotos: Agustín Fernández y Diego Pereira

Kristel Latecki 

Hace unos meses Flavio Lira hizo una encuesta de Instagram para ver qué nombre le pondría a su nueva veta solista. Las opciones eran “La Obscura Dama”, “Señora bocio” y “Amigovio”, la última “ganó por goleada”. “La idea que se llamara ‘Flavio Lira’ no me gustaba, me aburre un montón”, cuenta el músico. “La Obscura Dama que me parecía divertido porque tenía que ver con esas cosas que son influencia, como dama con sintetizadores vestida de negro y letras oscuras. Y porque era como un nombre de telenovela. El otro es medio de banda platense, horrible y muy violento. Y como la mayor parte de las canciones que van a estar en el disco son medio canción de amor mala onda, de pareja quebrándose dije: ‘sí, Amigovio’”.

Luego de firmar con ese nombre una versión de Animales Vertebrados de Christina Rosenvinge y su participación en el compilado Sirviendo a un solo amo, esta semana Flavio publicó Oxxo, su primera canción oficial, y ahora estrenamos su video.

Como ya definió, el disco debut de Amigovio tendrá como hilo conductor las relaciones rotas y las tragedias románticas, y Oxxo marca ese camino. 

“Para componer lo que yo suelo hacer es anotar ideas o grabar alguna melodía y en cierto momento me doy cuenta cómo es que funciona”, explica Flavio. “Oxxo en un principio era otra cosa, eran comparaciones de personas con diferentes animalitos. Había un mapache, que en su verso decía algo sobre las ojeras y algo como ‘las canciones tristes nunca duermen y tienen ojeras’. Esa frase me gustaba. Después se ocurrió partir de la base de las canciones tristes porque era una buena primera frase y cortar esta cosa de los animales. Con eso me di cuenta que faltaba un segundo verso y la idea de la estación de servicio me pareció re de canción country y me gustó. Y al final aparece el robo descarado a Magnetic Fields, que es la frase que de una forma define el tema. Es sobre querer a una persona que no te quiere, no respetar a la persona que sí. Esa cosa absolutamente horrible”. 

Oxxo es una cadena de maxikioskos mexicana, que a Flavio lo rescató en varias ocasiones durante su viaje por el país. “Es pulcro y al mismo tiempo de mala muerte. En uno tenían unos bizcochos gigantes mexicanos y cuando veo había una cucaracha igual de gigante (risas). Es como un refugio de almas solitarias y en pena. Me parecía divertido”, cuenta.

El video continúa de una manera esa idea de los animales, y tiene a Flavio vistiendo una máscara de pato bailando por diferentes rincones de la noche montevideana. Este concepto llegó al músico después de barajar algunas de sus ideas “desquiciadas y re difíciles de bajar a algo real”. “No me acuerdo cómo fue. Hice asociaciones de ideas que no tienen sentido. Creo que vi el video de Muna de Number One Fan, que es medio homenaje a las películas de Wong Kar-wai, pero pensé que en lugar de alguien melancólico aparezca un pato”. Junto a Agustín Fernández (que también realizó el video de Nuestro perro fiel de Patricia Turnes) y con la máscara del camarógrafo Diego Pereira y un presupuesto de $300 gastados en Superfiestas, recorrieron Montevideo buscando lugares iluminados por LEDs y neones, para que este pato al estilo BoJack Horseman tirara pasos, vandalizara y se deprimiera. 

“Fue en tres noches y un par de noches de búsqueda de locaciones”, cuenta Flavio. “Filmamos primero las escenas bailando y cuando quedaba la parte de la máquina de peluches, agregamos más instancias. Encontramos un video de YouTube re pasta base de alguien vestido de pato tirando cosas y pensamos hacer una versión un poquito más sofisticada, menos Adult Swim de esto (risas). Y ahí hicimos el último día más Superfiestas. Había muchas balizas y se nos ocurrió volver a los 15 años y dedicarnos al vandalismo. No las pude tirar todas porque salió alguien a preguntar que hacíamos. Y también tenía que patear un monopatín, es lo que hacen los guachos ahora”. 

“Hubo un par de situaciones tensas. Esa fue una, y otra fue que en un lugar había un señor con un estado de alcoholemia importante que venía y me acosaba. Fue divertido pero por momentos fue medio tenso. Fue para probar mis límites, pero me di cuenta que casi no tengo (risas). Así que creo que soy bueno para esto”. 

Oxxo es el primer corte de un disco que saldrá el año que viene y fue realizado con Fabrizio Rossi y Fran Trujillo como co-productores y músicos. De aquí a su edición se estrenarán cuatro singles, cada uno acompañado de un cover especialmente maridado con el track. El de Oxxo es (sorpresivamente) Si estuviéramos juntos de Bad Bunny.

“Creo que para aquellos que le gustaba Carmen Sandiego les va a gustar el disco”, dice Flavio. “Creo que continúa con una línea, pero al mismo tiempo no es lo mismo. Eso me gusta. Tiene algo en la canción, la letra, la melodía, pero el sonido ya es diferente, lo que sucede es diferente”. 

Sobre la génesis de Amigovio, el estado de Carmen Sandiego y estas nuevas canciones hablamos con Flavio.

 

¿Amigovio nace a partir de la pausa de Carmen Sandiego?
Un poco sí. Lo que sucedió con Carmen Sandiego fue que ya había un miembro que vivía en el extranjero y ya era difícil. Y al tiempo a Leticia le salió hacer un master en España, justo en un momento en el que estábamos con Mapas Anatómicos. Fue un timing un poco desafortunado, pero al mismo tiempo esto no es realmente la prioridad de nadie. No quise desesperarme ni nada, en parte porque estaba con el disco de Las Valerias y sabía que iba a empezar con el de Patricia Turnes. Ya tenía algo ahí. 
No le pusimos un fin ni nada. Iba a hacer estas dos cosas, componer canciones y dentro de un año cuando volviera Leticia se tendría esta conversación y se vería qué sucede.
También lo que pasó fue que en la banda me tocó el rol de organizador y de arrear gente, y llegó un momento que no podía seguir en esa. Capaz que estoy un perseguido, es probable, pero no veía mucho entusiasmo por parte de Matías (Lens) ni de Lucía (Riera) que eran los que estaban acá. Eso por un lado. Por otro lado, a mí me gusta mucho el techopop, los sintetizadores viejos y quería hacer algo relacionado con eso.

¿Y eso no tenía lugar dentro de Carmen?
Para mí sí, pero me parece -esto es algo que nunca discutí con los chiquilines, es una impresión mía probablemente cierta- que todos teníamos ideas bastante distintas sobre cómo tenía que sonar la banda. Por lo que pude hablar con Matías, él se había imaginado una cosa súper mega banda Alucinaciones en Familia, Cielo de Plomo y yo en realidad tiendo siempre a quitar elementos.

¿Cómo lo eran en sus orígenes?
Sí, pero más ligado al tecnopop. Más ligado a cierto electropop de principios de los 80, medio europeo, medio frío que a mí me encanta. También hay cosas de ahora en ese plan tipo Molly Nilsson y Carla dal Forno. Entonces, era difícil hacer manejar ese lenguaje dentro de lo que se estaba volviendo Carmen Sandiego. Igual perfectamente podría haber sucedido. Pero yo no vi un entusiasmo, y no lo vi en algo puntual que fue cuando surgió hacer el cover de Christina Rosenvinge. Y decidí largarlo yo solo. 
Fue un poco eso: las ganas de hacer algo con este tipo de sonidos, sentir que había una especie de vacío gigante y esa falta de ganas de arrear. Si salía mal solo podía culparme a mí mismo.

¿El elemento del sintetizador era entonces algo que te interesaba explorar más?
Sí, y por ser también algo transportable. De hecho ahora hay canciones de las que directamente llevo las pistas en el celular, y no hago karaoke porque sigo tocando algunas cosas. Pero cuando me fui a tocar a Argentina sabía que no me podía llevar el farfisa, entonces decidí llevar las pistas, un Casiotone y la guitarra. 
Siento que si de repente me chifla el moño y me quiero ir de gira lo puedo hacer perfectamente. Y sin dudas, el sonido de los sintetizadores viejos me encanta. Es un periodo extraño de la música lo que me interesa: fines de los 70, principios de los 80 más que nada; de países europeos, sobre todo Bélgica, por alguna razón; una movida de tecnopop oscuro, medio arty, pero súper refinado y que envejeció re bien. Y después cosas más obvias como Magnetic Fields o Molly Nilsson. 
Quise hacer un proyecto de cantautor en un punto pero no con la guitarrita. Utilizando otro tipo de sonidos. 

¿El cover de Bad Bunny cómo salió? ¿Estás escuchando reggaetón?
Escucho porque vivo en Piedras Blancas y se escucha mucho reggaetón, pero mayormente no me gusta. Lo que me pasó con Bad Bunny fue que me pareció interesante él, al menos letrística o artísticamente. Había algo que lo diferenciaba que quizás es algo que yo estoy proyectando. Pero me parecía que las letras eran mejores o tenían un punto de vista más extraño del que normalmente aparece en el reggaetón. La producción es más variada, hace cosas raras en los videos. Había una cosa interesante.
Si estuviéramos juntos y Oxxo van bien juntas. Parten de un punto de vista medio tóxico las dos. Tóxico yo, tóxico Bad Bunny, juntémoslos. Es totalmente horrible lo que canta, y eso es lo que me atraía de él. No sé si es voluntario, o que genuinamente el pibe no se da cuenta; ojalá sea muy consciente porque sino es un horror. Hay frases como la del putero que son inconcebibles. Me parecía genial que yo cantara eso, me parecía divertido. 

Al escuchar Oxxo y después Si estuviéramos juntos inferís que tienen eso de lo que hablabas antes: son canciones de ruptura, relaciones tóxicas y algo muy mala onda. jodido. ¿Eso es algo que sentís que te caracterice?
(Risas) No, yo no creo que lo sea. Siento que es muy fácil vincular lo mala onda con lo cínico y yo no me considero cínico ni allá. Lo que me pasa es que me parece más divertido cantar desde el punto de vista antagónico o más real. Hay algo que he hablado varias veces con Patricia Turnes y estamos bastante de acuerdo los dos, y que es que las historias de amor que terminan bien son las que nunca empiezan, y que nadie es feliz. Podés tener diferentes grados de autoengaño, pero nadie es del todo feliz. Nadie esta contento con lo que le tocó. Nadie.
Entonces, cuando escribo canciones de amor si bien no son autobiográficas ni nada por el estilo, igual creo que un punto de vista se termina trasluciendo. Y mi punto de vista es ese: las relaciones son trabajo, son difíciles, no vas a estar del todo conforme, requiere de un grado de autoengaño y es una visión que si bien es un poco complicada, pero para mí no es cínica en el sentido de que no le estoy mintiendo a nadie. 
En última instancia el que queda mal puesto y mal parado soy yo. No me estoy poniendo en un lugar donde quede bien parado. También lo que pasa es que me gusta el sentido del humor ácido.

Eso es lo que te iba a decir. Será mala onda o sarcástico, pero cada frase es absolutamente graciosa. Es una estrategia de humor.
¡A mí me pasa eso! Esto es cómico. Esto me causa gracia. Mi novio me ha increpado que tal canción es sobre él, y no es sobre nadie (risas). Solo me parecía gracioso, una buena idea.
Me gusta el humor ácido en las canciones y me gusta que el chiste no sea evidente. Vamos a hablar mal del Cuarteto de Nos. ¿Cuántas veces vas a querer escuchar un chiste? No muchas. Y creo que el problema es ese: una vez que escuchaste el chiste, que puede ser cómico o no, ya surtió su efecto. Pero algo que es más oculto, subterráneo o menos evidente hace que el factor desgaste aparezca más tarde.

Son chistes de desarrollo largo.
Sí (risas). Por ejemplo el tema del Contrapunto para humano y computadora, el chiste pasaba a los 30 segundos, es la estructura. Al final ni la canción se acuerda ya del chiste.
Ese siempre fue un tema que teníamos con Carmen Sandiego al que le teníamos miedo: ¿seremos el Cuarteto de Nos indie? ¿La gente pensara eso por este sentido del humor? También pasa que si no hay un sentido del humor más o menos demoníaco de por medio todo quedaría en un llanto insufrible y a mí me enerva el llanto y la victimización. Ese es un problema mío de la vida real.