2021 en PiiiLA: Discos del año
Kristel Latecki e Ismael Viñoly
Se acerca otro año pandémico a su fin. Adjetivos como “raro” o “complicado” no alcanzan para definirlo, pero a lo mejor podemos quedarnos con el polisémico “salado”.
La música y el ámbito cultural en general continúan padeciendo las secuelas de este contexto salado. Tuvimos agendas vacías y repletas; o no podíamos salir o teníamos demasiado para hacer. Hubo shows agotados, otros a sala casi vacía. Seguimos sentados en las salas, calmando las piernas inquietas; pero pudimos ya salir a bailar sin el velo de la clandestinidad.
Salieron discos, un montón, como siempre. Y nos agarramos de ellos como salvavidas, como mensajes en botellas de otras eras, que leemos para perdernos en su belleza, recordar, y nostalgiar tiempos mejores. Pero por más escape que busquemos, estos ya son trabajos que de alguna manera u otra fueron atravesados por las circunstancias. Por eso, la subjetividad y percepción podrán encontrar en estas canciones reflejo de nuestras realidades, sentimientos y vapuleados ánimos.
Esta selección de 20 discos tiene mucho de eso. Escape e introspección. Impulso bailable y experimentación. Pero también algo muy positivo: muchos debuts excelentes de artistas muy jóvenes y grandes confirmaciones de talentos consagrados.
Cerramos entonces este 2021 destacando buena parte de la música que nos acompañó y celebrando que llegamos.
KL
20) NICO BARCIA Y TITO SONICO - ROCK N' ROLL PREMIUM
“Dos amigos músicos de larga data deciden colaborar en un disco y encargarse de todo por su cuenta”. Esa podría ser la premisa de una buddy movie graciosísima o de hecho la manera en que comenzó el disco de Nico Barcia y Tito Sónico.
Editado en enero y con un infeccioso mood veraniego, Rock n’ Roll Premium transcurre en realidad como una peli rutera, que para en balnearios de arquitectura sesentosa y música surf en las playas (Senegal, A Pocos Metros del Agua), en ciudades de bares melosos, donde el crooner favorito conquista los oídos –con una pronunciación de la “y” neutra– (Nada Nos Duele), y encuentra bailes psicodélicos en noches de luna (Tu Ritmo me Lleva, Noche de Verano).
Todos son lugares harto conocidos para estos músicos –no vamos a esperar que se metan con las tendencias, aunque puedo confirmar que Tito sí anduvo experimentando con el trap–, sin embargo, los revisitan sin buscar la nostalgia sino nuevos rincones. Estos dos pilares del rock uruguayo de los 90 dan ejemplo sobre cómo mantener la frescura haciendo lo que hacen mejor.
KL
19) SALVAMENTO - GEMA
Con loops de voces entrecortadas y sintetizadores dispersos, que poco a poco progresan al orden, arranca Gema, presentando algunas de las líneas que el dúo de electropop Salvamento maneja en su primer registro. Aquí Sebastián Pina y Selina Tarallo componen canciones con la repetición como norte y los sonidos electrónicos como timón.
“Tu amor dolió como melón que cae” se oye en Watashi Wa entre voces de escolares, que parecen estar en una clase de artes marciales. Su música tiene mucho de esto, de parecer ser y no terminar de ser. De pistas sonoras, veladas e incompletas que la imaginación de cada oyente debe completar. Como melones también caen grandes canciones como La Flor de Coleridge, con sus arreglos de kyoto en 8bits y Fuxia que entrega la balada perfecta para un romance entre computadoras.
IV
18) MÍNIMA - EMPERATRIZ
El año pasado Mínima la rompió en sus shows en vivo junto a su banda, y muchas de las mejores canciones de esas fechas fueron las que hoy conforman Emperatriz. Es su segundo LP y seguidor del EP colaborativo junto a Pau (que además es su baterista), y captura esa energía infecciosa de su interpretación además del empuje punk de sus letras.
La música de Mínima tiene mucho de síntesis, de utilizar los elementos necesarios –musicales, líricos– para llegar al punto deseado de la manera más efectiva. Sobre la clásica formación rockera escribe utilizando repeticiones, versos en función de la rima (“me duele el hombro, escombro”, o “bien deforme, disconforme / ser eructo del producto”), imágenes que causan humor o tienen filo de crítica. La Emperatriz, Escombro y Cara Dura conforman un comienzo sólido y rockero que después nos lleva hacia algo más pop (Pensando en Qué, la narración de un romance moderno y digital) hasta una suerte de cumbia (Torta Frita).
KL
17) EL COLOR AUSENTE - EL COLOR AUSENTE
Entre una introspección brumosa y luminosidad centellante, El Color Ausente creó un álbum debut y homónimo, que parece musicalizar momentos que fueron cotidianos en este 2021: soledad, introspección, despedidas y desencuentros.
Producido por Santiago Marrero, el quinteto crea autopistas etéreas sobre las que la tersa voz de Liz Bohlmann viaja. A veces sobre la firmeza de un post punk, otras más suelta y dream pop. Por allí se destacan los dos primeros cortes: Fuego en el Corazón Negro –con sus rítmicos estribillos instrumentales– y Mi Oscuridad Fluorescente –que musicalmente parece evocar esa sensación–; ambos logran establecer claramente su estética y representar este trabajo. Sin embargo, también ofrecen sorpresas como Tundra Bar, una empática balada acústica que narra en detalle el sentimiento de la timidez y la imposibilidad de dar el paso frente al objeto de deseo.
KL
16) BÁRBARA JORCIN - SI CANTO ES PORQUE PUEDO
Entre el jazz y el pop la cantautora Bárbara Jorcin encontró el rincón ideal para crear una segunda colección de canciones que, junto a su integración a Eté y Los Problems, la hicieron una de las voces más refinadas y dúctiles de este 2021.
Con una paleta musical más amplia que en su debut «Índigo» (2018) –acercándose incluso a la murga–, en Si Canto es Porque Puedo Bárbara decidió apostar a una lírica directa. Y no hay nada más directo y certero que Lanza, el primer corte del disco. Este track destacado es un excelente himno feminista filoso y harto, que se planta fuerte y entona con seguridad: “Todas juntas somos el poder / Feminismo es fuerza vas a ver”. Ese comienzo empoderado se matiza con su costado más romántico, con canciones como A Tu Lado, o con la búsqueda de una identidad musical propia de Adentro. Y hasta ofrece guiños más humorísticos, como la alérgica Oda al Plátano y la versión de Corriente Alterna de Leo Maslíah.
KL
15) GUITARBABY - B.O.A.T.
La productora musical GUITARBABY editó B.O.A.T. por el sello Pure Class Music. Y parece subir a un bote guiado por ella a algunas de las colaboraciones más fértiles de la escena local. NOMUSA, BERNA y Alfonsina, son solo algunos de los nombres que desfilan en las seis canciones que componen el registro.
En materia de sonidos GUITARBABY presenta samples de voces, algunas varios semitonos arriba. Vocales similares al efecto de las ardillas Alvin, que en este caso le aportan suavidad a canciones que flotan en un bote lleno de humo, como en ÁNGEL, que recuerda a producciones de Janet Jackson; y terminan generando auténticos ear candies (caramelos para las orejas), como en MAKE ME FEEL o en ARIZONA. Un álbum de downtempo y revoluciones bajas ideal para bajar noches largas.
IV
14) LEANDRO AQUISTAPACIE - CAPÍTULO 2
No fue intencional, pero Capítulo 2 de Leandro Aquistapacie arranca como el 2021: “Entro cansado, ni un metro pisado / Entro cansado de mí”, canta en el estribillo del primer track. Y aunque el disco tiene más que ver con el ánimo pesado que genera tener que encarar con un segundo trabajo, hay varios versos que se pueden interpretar desde la inevitable perspectiva pandémica.
Musicalmente este álbum parece rodeado de una dorada luz otoñal, de esas que aparecen en un atardecer entre hojas naranjas, o en un filtro retro de Instagram. Y no es casualidad, ya que el estilo que multiinstrumentalista aquí afina y con el que sobresesale es precisamente vintage: una mezcla entre el pop y folk rock clásico, y el dad rock de ayer y hoy. Entre old school y las nuevas tecnologías, y con el piano como punto de partida.
De esta forma saca preciosas canciones: la ya mencionada Entro Cansado, De Contenedores y su gran interpretación vocal y Río 17, que corona el disco en forma de balada llena de emoción y belleza.
KL
13) MIRANDA DÍAZ - NOSOTROS DOS
Hasta hace muy poco, los acercamientos uruguayos al R&B habían sido por lo general tímidos y escasos. Sin embargo, con su excelente disco debut Miranda Díaz se metió de lleno en este género, y exploró desde sus formas más pop hasta su veta más hiphopera.
Junto a la excelente producción de Mili Milanss, Miranda creó con Nosotros Dos un disco temático, basado en la complejidad de las relaciones y las secuelas del amor, yendo al hueso con problemáticas como los vínculos tóxicos y la violencia de género. Es honesto en sus contradicciones y admirablemente maduro para una artista de 17 años.
Discípula de Camila Sapin y corista de Gula, se luce tanto con su voz melódica como con sus propias barras. Mientras que su interpretación va desde la más confiada y seductora (Amigarnos, un dembow pastoso), a la más desgarradora y emotiva (Ir por más).
Pero no se quedó acá. Miranda además editó otros singles por fuera de este álbum: el temazo No quisiste escuchar junto a Dubchizza y la reflexiva y electrónica Volar.
KL
12) PAR - CICLOS
Ciclos comienza con un Fin. Un “fin” que recuerda a zonas de «Kid A» de Radiohead con sus voces como espectros circulando detrás de una base electrónica ajustada y dura. El ciclo continúa y termina en un Silencio hecho de parches ambientales que recuerdan al «Selected Ambient Works 85-92» de Aphex Twin. Ambientes que son una constante en la música de Par y que en esta oportunidad tienen como visitantes a las voces de Vera Sienra y Lucía Torrón en Días, a Camila Rodríguez en Ya y Pedro Dalton en El túnel.
“No tengo qué decir adiós / El tiempo es solo una ilusión”, dice la letra de Días y es algo que parece ser una constante en las canciones del álbum. Ciclos con comienzos claros y finales abiertos, deliberados; canciones que se van sin despedidas, como un ciclo que termina justo cuándo otro comienza.
IV
11) MUÑE CACH - BARAJA
Baraja es el primer álbum de Muñe Cach. Entre sus temas asoma un tipo de pop provocador que encuentra nuevas formas de decir y narra historias plagadas de sexualidad y sensualidad poética. Hay un evento y Sucucho Interior podrían ser dos grandes ejemplos para entender su habla y su música. El disco cuenta con la meridiana producción de Luis Angelero que le otorgó forma y consistencia a un grito que brillaba por su ausencia, el de Damián Cacciali. Un irredento que “le dió play un instinto” muy singular para armar canciones.
El disco también presenta aliades. Colaboran Victoria Brión, Dani Umpi y Pau O’ Bianchi, barajas que como buenas manos hacen que el disco crezca y se gane un lugar dentro de lo mejor de una vuelta. Y que “Yira” dada vuelta entre “boliches coreanos” y romances secretos de un Montevideo oculto. Baraja despliega la cara B de una ciudad, una ciudad que bregaba por ser descubierta.
IV
10) RODRA - AL HUMO
Al Humo es el primer álbum de estudio de Rodra. Producido por Nacho Mateu presenta a una solista en distintas encarnaciones que podrían entrar dentro del universo del funk y el soul; pero que aquí son asilvestradas por una performer con la carnalidad del cuerpo en primer plano, como se escucha en la letra de La justa.
No preguntes presenta un funk tenso que pasa de la elegancia a pasajes más salvajes con una ductilidad insólita, y para culminar termina con unos coritos que repiten “no preguntes por qué”. Bastante épico para un álbum debut es también la declamación en El Crimen 1 sobre la melodía de un claustrofóbico piano.
Al Humo es puro carácter, una primera entrega en formato álbum de una artista cuyas performances en vivo laten fuerte como el corazón de sus canciones.
IV
9) LOS BUENOS MODALES - VICE CITY
“Planear una jugada para ganarle al de arriba” es uno de los versos que suena en Vice City de Los Buenos Modales ¿Y cómo lo hacen? desplegando a una banda completa que se mueve con ductilidad entre géneros; y con sus raperos entregando sus habilidades para darle de verso a verso “al pueblo lo que pide”, como se oye en Dealers, uno de los hits del disco.
En Mayday prueban la pista en su cariz más electrónico; electro tropical en Baile Triste y en Casa Limpia en el modo funk, que les sigue calzando a la perfección. Por otra parte, Tranqui introduce experimentaciones donde beats futuristas se cuelan en un segundo disco que los mantiene como referentes del hip hop local.
IV
8) LOS NUEVOS CREYENTES - PLANTA MUSICAL
Little Butterfly Records –sello de gran paladar– creyó en Los Nuevos Creyentes y el fruto es Planta Musical. Una vegetación psicodélico-rockera que mantiene vivo el aloe del rock clásico. Pues aunque la banda no juega a innovar, cultiva un sonido de rock californiano –lleno de humos y vahos caleidoscópicos– que suena actual. No suena a calcomanía del pasado.
Vemos ahí es pura actitud; Tropicanna y La Mujer Lagarto recuerdan mucho –al igual que el resto del disco– a Rocky Erickson y sus Thirteenth Floor Elevators. Agua por Volar es enorme, construye una oda a las guitarras eléctricas entre sonidos que parecen vaticinar una tormenta en el medio del desierto. Por otra parte, las revoluciones cuando bajan incrementan la intensidad, como es el caso de Medita el Demente, canción que podría haber sido compuesta por Pink Floyd en un viaje de cucumelos por el Cabo Polonio.
En pocas palabras, Los Nuevos Creyentes son rock psicodélico fuerte y al medio, y Planta Musical, uno de los discos de rock del año.
IV
7) FABRIZIO ROSSI - RECUERDOS DE URUGUAY
La experimentación es el motor de la obra de Fabrizio Rossi. Sea dentro del estudio o sobre el escenario, lo suyo siempre tiene una cualidad peculiar. A veces rupturista, a veces disonante. Siempre interesante e innovador.
Para su segundo disco, uno realizado en y gracias a la pandemia, dirigió su afán y curiosidad hacia las técnicas mismas de grabación, para manipularlas al punto de poder deformar hasta el mismo tiempo. El primer trabajo con su nombre (Música para viajes interdepartamentales. Volumen 1) estaba pensado para musicalizar un trayecto en ómnibus, Recuerdos de Uruguay fractura la línea temporal y la rearma, con la fragilidad de la memoria y el recuerdo como distorsión.
La herencia uruguaya se manifiesta aquí a través de un folklore alternativo, disonante y roto, que genera tanto regodeo (Querida, con coros de Juan Wauters y Francisco Trujillo) y emoción (Duelo, dedicada a Mena), como extrañeza (Poema Retrógrado, Todo). Además, aprovechando su perfil vareliano, el arte del disco evoca los cuadernos gratuitos que llevaban el semblante del fundamental reformista.
KL
6) JUAN WAUTERS - REAL LIFE SITUATIONS
¿21 canciones dentro de 32 minutos? ¿Es posible emocionar en este tiempo sin hacer un disco de hardcore? Juan Wauters parece probarlo en Real Life Situations, álbum que presenta entre fragmentos de radio, grabaciones de conversaciones e interludios musicales, una posibilidad: la de crear un mundo de sentimientos breves. Como dice en Sentimiento Queens: “No es música, no es poesía, no es arte: es la expresión de un sentimiento”. La expresión de un barrio, de su ecosistema sonoro o el reflejo de su realidad.
Pero también es un disco de canciones. Divertidas (Monsoon with Homeshake)), existenciales (Real (with Mac DeMarco)), con beat a la Shakers en Locura y gentiles como Lion Dome (With Air Waves). Editado por Captured Tracks muestra a un Wauters tras las escenas de una vida real como en Estás escuchando (With David Aguilar), donde la melodía principal es un silbido de alguien que podría ser de ese barrio.
IV
5) CHARLIE - CRÁNEO
Este año se editó un debut que brilló con luz propia. Charlie sacó Cráneo, un lanzamiento sólido con canciones entretenidas; que le imprimieron humor, twist y dosis de terror a una coyuntura de rock nacional que lo necesitaba. Es que su voz femenina contiene una complicidad vertebrada en base a rimas consonantes y ritmos clásicos. Pero también, lo de Charlie es un New Wave embrujado por películas de terror y con lo retro como estandarte.
El álbum se cohesiona con su instrumentación basada en órganos –extraídos desde Transilvania– y guitarras –vampíricas– rockeras. Esclavos Modernos, Sexo Bar y Saturno constituyen tres hits en un registro de seis canciones, donde las demás también mantienen un nivel de calidad similiar. «Cráneo» es una guiñada constante, casi como un chiste que comenzó bien y sigue su curso para poner a Charlie como a una artista de una seriedad descomunal.
IV
4) LUIS ANGELERO - LEJOS
Beats electrónicos como escudo y las guitarras como espada son las armas con las que Luis Angelero sale al ruedo con su primer álbum Lejos. Édito por Bizarro, el disco va por caminos soft-rockeros en Sin Avisar y discurre por panoramas murgueros en Te Tengo al Lado. Angelero le imprime su impronta a uno de los géneros urbanos fundamentales, que suena auténtico e integrado en Preguntas, canción lenta que sigue en el disco, que recuerda a su pasado en Boomerang y que brilla por su letra.
Tres es una de las grandes canciones del álbum. Aquí se abre un mar de guitarras eléctricas e introduce algo cada vez menos habitual en las canciones: un solo de guitarra (y uno bueno, por suerte). Algo Fugaz tiene aires de folklore y algo de candombe camuflado. Uno de los grandes méritos del disco: presentar músicas uruguayas sin uruguayismos y de forma genuina, algo que trae a las canciones más cerca, pero que también las lleva más lejos.
IV
3) ANIMALES DE PODER - AUGURA
Ya en su inicial EP lanzado en 2018, Animales de Poder se definía sonoramente: poesía acompañada de una guitarra, un bombo legüero y un redoblante. Nada más. Sin embargo, en este primer disco, manteniendo sus pocos elementos ampliaron su propuesta, y lograron un trabajo que emociona profundamente por su belleza y sensibilidad.
Augura deambula entre la canción (como en las hermosas Lunar y Animales de Poder) y el acompañamiento musical de la poesía (Los Exahustos). Pero en su caso, decir “formato canción” no es exacto, ya que evitan estructura tradicional: le escapan al estribillo o mutan como un amanecer. Además, el silencio aquí es un instrumento más. Uno que deja en vilo al escucha, pero también crea el espacio suficiente para que el mensaje, o la misma riqueza de la música, sea procesada e interiorizada. "Ya te lo estabas imaginando pero el paisaje ya está cambiando”, lo dicen en Palmar.
Su escucha con auriculares revela más que lo que está en la superficie. Hay detalles imperceptibles como ruido ambiente que se cuela en sus canciones y perros que ladran en la lejanía, pero hacia el final de Luz Mala el entorno cobra protagonismo, y las olas, las risas y el fuego crepitante se transforma en un relajante ASMR que da cierre a un disco tan delicado de una forma muy especial.
KL
2) NIÑA LOBO - LO QUE DURÓ LA VIDA DE ALGUIEN
Desde sus comienzos, el universo iconográfico de Niña Lobo reflejó con riqueza y humor el pastiche cultural y las referencias digitales que las unieron. Mucho de los 2000, su música y sus programas de tele; mucho meme y shitposting actual. Y para Lo que Duró la Vida de Alguien, su primer LP luego de sus exitosísimos EPs, ese universo se expande, y se transforma definitivamente en un espacio personal y anacrónico, entre la nostalgia y el presente.
Esa nostalgia del pasado, o específicamente de la adolescencia, se ve de muchas maneras. Desde el recurso liceal de anotar los nombres de pila más la inicial del apellido –Jaime R., Hillary D.– y las fotos promocionales en estética póster coleccionable, al post punk dosmilero que se luce especialmente en temas como Dentro y Perro Agonizante.
Sin embargo, bajo este título muy Franny Glass, las Lobas se encuentran plantéandose sentimientos y cursando momentos que más tienen que ven con las incertidumbres y las inseguridades de la nueva adultez. Sea desde la ruptura amorosa y el pedido de responsabilidad afectiva, al extrañamiento que nos domina desde hace un tiempo.
Pero entre tanto corazón roto y existencialismo, hay siempre lugar para el humor. Romcom, por ejemplo, es un intervalo breve que se hermana a Todo lo que no se Cuenta en las Canciones de Amor de Patricia Turnes. “Ya no quiero pensar en todo el mal que me hicieron las películas románticas”, canta aquí Chane. El guiño sigue luego con los aullidos sufridos en Perro Agonizante.
Con Lo que Duró la Vida de Alguien Niña Lobo supera las expectativas que ya estaban altísimas, con canciones redondas, tan amplias que dan lugar para que cada una de las músicas brille con sus instrumentos, mientras logran identificar con sus letras.
KL
1) AMIGOVIO - AMIGOVIO
“Las canciones tristes siempre te encuentran”. Esa es la promesa ominosa y determinante que Flavio Lira anunciaba en Oxxo, el primer single de lo que ahora es su disco debut como solista y bajo el nombre Amigovio. Como tragedia griega o asesino de película de terror, la tristeza siempre estará ahí esperando a la vuelta de la esquina. Está en las mejores canciones pop que bailás desaforade; es lo que tiñe de gris los recuerdos más felices. Y para Flavio, es el terreno fértil del cual produce sus mejores canciones.
Desde sus primeros trabajos con Carmen Sandiego supo destacarse ampliamente como letrista entre sus contemporáneos. Su punto de vista singular, su sentido del humor y su habilidad descriptiva lograban crear imágenes impresionantes y provocativas, muy específicas en sus referencias y ácidamente queer. Con un poco de ganas de molestar a los que no supieran estar en el chiste, pero ganándose la complicidad y las risas de quienes captaran el guiño.
En Amigovio continúa refinando su punto de vista, pero con los sintetizadores como medio principal. Este trabajo fue ideado como una suerte de mixtape en el peor momento de una relación, con la sucesión de las estaciones como capítulos trágicos. Aquí su mirada cinematográfica retiene cada ínfimo detalle para retratar con maestría escenas del pasado que vuelven al presente de manera agridulce, y captura –con un poco de melancolía– la belleza de algo tan mundano como una capucha.
Luego de Oxxo es Los Dos Colbys el hit del disco. Con su ritmo infeccioso y “pet-shop-boyisano” pinta una fantasía de disco ochentosa para engañarte vilmente y arruinarte en su estribillo. Y si En La Bicicleta evoca unos momentos de simple felicidad e intimidad junto a la hermosa voz de Karen Halty, en El Nadador, con sus “promesas incumplidas”, deja en evidencia que el entusiasmo y la esperanza del verano se terminan siempre y tristemente en marzo.
Aquí no habrá nada más crudo que la promesa de que nadie te besará esta noche. Más cruel que la afirmación de un amor desigualmente correspondido. O más tristemente gracioso que la verdad.
KL