Señor Faraón revive la noche de Noctambul en su presentación oficial

Florencia Stighetti

Florencia Stighetti

Kristel Latecki

Al borde de 2018, casi como regalo de Navidad, Señor Faraón decidió entregarnos su cuarto disco. Con el ominoso título de Noctambul, este genial álbum carga con el apabullante peso del calor húmedo de verano, de nocturnidad desvelada, y moscas que molestan. Pero más importante: abandona decididamente la sonoridad acústica y el aire bucólico de su antecesor, para zambullirse de lleno en la áspera distorsión. 

“Esto tuvo que ver directamente con comprarme una guitarra eléctrica en el 2014 y después un amplificador apenas arrancó el 2015”, cuenta Ismael Varela, el Señor Faraón. “Empecé a componer con ese sonido y la guitarra acústica quedó un poco de lado. Eso anticipaba una ruptura con los discos anteriores y una flecha directa al sonido de banda, entonces empecé a componer también baterías y bajos. El resultado iba a ser un disco eléctrico”.

La noche de Noctambul será este jueves en la Sala Camacuá, donde sonará en todo su esplendor junto a la banda completa. Sobre sus canciones y este show, charlamos con Señor Faraón. 

 

¿Cómo fueron apareciendo las primeras canciones del disco?
La primera fue Noctambul y la compuse el primer día que probé el amplificador que me había comprado. Fue de noche y en el verano de 2015. A partir de ahí sentí que había encontrado un puntapié diferente a las canciones que venía componiendo. Y fue durante dos años -hasta mediados de 2017 inclusive-, que estuve componiendo canciones de las cuales quedaron las ocho que forman parte de Noctambul. Generalmente y en consonancia con el nombre del disco, todas fueron compuestas o tuvieron su germen en la noche, y eso también quedó reflejado en la lírica de cada una de ellas. 

Justamente, el disco parece nacer de esas noches pegajosas de verano. ¿Fue entonces ese clima nocturno parte de la inspiración? 
Es bastante acertado sí. No la totalidad de las canciones pero si su mayoría. Al momento de elegir las canciones que se iban a grabar las que fueron seleccionadas compartían esa evocación a la noche de verano con humo, desidia, romance, soledad. Estaban unidas como unidas por el mismo espacio tiempo en su lírica. De hecho, Noctambul la hice una noche en que los mosquitos me estaban comiendo y en sus primeras versiones habían un par de líneas que hacían alusión a eso y que después saqué. 

En este sentido, ¿hubo también una cuestión de búsqueda estética sonora que primara o definiera a la composición de las canciones? Por ejemplo, Ardor Digital es fundamentalmente ese crunch pesado, o Feo Diciembre y su in crescendo hasta que aparece el riff que parece desarmarse al final. 
Todo fue bastante buscado y pensado de antemano. Antes de grabar ya sabía que sonidos de guitarra y qué sonido de batería iba a usar para cada canción. De todas formas después, durante el proceso de grabación y mezcla, fueron surgiendo cosas más libradas a la experimentación y acá también jugó un papel importante Fabrizio Rossi, con la incorporación de otras tímbricas en efectos de voz, órganos, sintetizadores. Y también la edición del material y el ejercicio del collage -parche acá, parche allá, saquemos esto de acá y pongámoslo al final-, y así, ambos somos bastante adeptos a eso. Otra cosa que primó fue que se respetó la estética de la canción y tratar de dejarla simple sin perjuicio de la instrumentación y lo arreglístico. Busqué ser más sintético y más directo en las composiciones, es decir, no divagarme tanto en los pasajes instrumentales (algo característico de los discos que había hecho antes). Había que condensar todo en el tiempo que marcaba la canción.

El sonido del disco te obligó a tener que armarte una banda, ¿cómo fue el proceso y quienes son tus nuevos compañeros? 
Cuando terminé el disco quedé medio sin saber qué hacer. Antes había tocado en formato banda pero pocas veces en relación a los años del proyecto y siempre con cambios de formación. Nada estable y por ende, nada que llegara a pulir una sonoridad. A su vez en diciembre del 2018 toqué por ultima vez acústico y solo y me dije: “basta. Estoy cansado de presentarme así, no lo voy a hacer más. Al menos por un tiempo hasta que me vengan ganas de nuevo”. Unos días después, salió Noctambul y ¡chan! ¿Y ahora? ¿Empiezo a formar una banda? ¿A quién le digo? Y por otro lado, otra voz me decía: “ya fue, hacé otra cosa”. 

La verdad me daba un poco de paja tener que buscar gente. Un día en el cumple de Fabri medio en pedo me animé a decirle a Javier Cuadro para juntarnos un día (yo lo había visto tocar con Cielos de Plomo en CasaMario y fue un toque alucinante) y días después que salió el disco volvimos a hablar para concretar una zapada. A Manuel Rilla lo conocía de antes por Genuflexos y Portillo. Él me escribió y me dijo: “si precisás a alguien para tocar este disco estoy”. Así que le dije que sí de una y agarró el bajo. Después le dije a Zelmar Borrás (Los Nuevos Creyentes) ya que lo conozco desde los 14 años, grabó guitarras en el disco en varios temas como invitado, y además me venía acompañando desde hacía unos años en varios toques que iba con banda o a dúo con él. Me encanta cómo suena y cómo toca. Él también agarró viaje. Todo eso me dio viento en la camiseta para que el proyecto pasara a ser una banda y que sea algo estable y no para ocasiones especiales. La idea es continuar y afianzar el sonido de los cuatro. 

¿En este show se van a tocar canciones de los discos anteriores? ¿Fueron actualizadas o pasadas por el filtro Noctambul digamos? 
Sí. Vamos a hacer alguna que otra del Piel de Culebra y sí, pasaron por el filtro eléctrico y derivaron en otra cosa diferente, más psicodélica y más mántrica. Digamos que pasaron a enterrar lo que podían llegar a tener de cantautor. A su vez vamos a tocar cosas nuevas que aún no se han grabado pero que la idea es hacerlo en lo más breve que podamos. 

Y vamos a hacer una versión de Patricia Turnes de un tema de Yo tenía una vida que no da para spoilear cuál es. Lo que sí se puede decir es que es una canción que hace tiempo quería versionar y me pareció que ésta era la ocasión ideal. Hoy las letras que más me gustan de acá las hace ella y va a estar de más que también nos va a acompañar cantando este jueves 24. También se va a sumar Fabrizio en una parte del toque y va a mutar un poco el set con el órgano y las voces. Creo que vamos a sonar bastante fieles al disco.