2018 en PiiiLA: Mejores discos
Kristel Latecki
Siendo hoy 31 de diciembre ya lo podemos decir con propiedad: 2018 fue un gran año para la música uruguaya. Esta nueva cosecha trajo una enorme cantidad y variedad de excelentes álbumes, desde perfectas obras rockeras a sorprendentes y exitosos debuts; hip hop hitero, pop sofisticado y grandes cantautores; canciones coreables para todos los gustos.
La cantidad de bellos trabajos fue tal que decidimos ampliar nuestra lista y destacar 20 discos nacionales. Se hizo esperar pero aquí está: esta es nuestra selección. Brindemos con mucha música.
20) MENA – PRIMERO
El primer disco de Mena es pura crudeza. Sin ornamentación ni detallista post producción -incluso la alarma de un auto se cuela en la grabación-, sus canciones son vehículos directos y minimalistas para contar viñetas de vida, sea sobre machismos o sobre los miedos a crecer. En cada una de ellas es posible encontrar una atípica belleza, incluso en su arrojo punk y en la disonancia intencionada de un cuatro venezolano. Su voz y punto de vista son de una frescura y honestidad que llegan en el momento justo. Y su talento es de esos que serán interesantes de seguir en años venideros.
19) VITA FATALE - DE FLOREAN
Con su fresco segundo disco, el dúo compuesto por Cass y CK lograron destacarse en un año repleto de lanzamientos de hip hop. Introspectivos y relajados, se deslizan sobre suaves y tranquilas bases, y con la participación estelar de las voces de Mili Milanss, Hache Souza, Rasta, SPVM y Jomson ofrecen aliteraciones hechas para trabar lenguas, estribillos melódicos e imparables momentos traperos. Tomar a Los Olimareños para crear un sample como hicieron en el tema Soledad fue una acertada decisión y un destaque en un disco con varios puntos altos.
18) BOOMERANG – EL ENCANTO
Durante varios discos Boomerang estuvo evolucionando y buscándose a sí mismo. En el camino afinó su composición y su oído hitero, y encontró en el productor argentino Gustavo Iglesias colaborador ideal para llevarlos hacia el camino correcto. Con El Encanto, su cuarto disco de estudio, el grupo profundizó en el pop sin abandonar su veta rockera, fortaleciendo así su sonido. Se permitió probar cosas nuevas, como baladas cantadas en falsetto o ritmos más electrónicos, y logró así un trabajo maduro, ambicioso y, finalmente, más personal.
17) EL ASTILLERO – CRUZAR LA NOCHE
Reunir a tres de los más destacados cantautores y guitarristas de la actualidad bajo un mismo techo para componer canciones era una apuesta segura. En su segundo disco, El Astillero culmina la fusión de las tres personalidades musicales, recurriendo tanto a arpegios milongueros o acordes casi muteados, voces solistas y delicados arreglos de coros. Como buenos versados en la creación de crónicas urbanas, poesías y precisos arreglos de guitarra, El Astillero cumple y entrega baladas atemporales y sensibles.
16) PAR – HIPER
Hay discos que son de su tiempo y lugar. Que hablan del hoy mientras hablan de otros temas, o construyen metáforas entre capas de instrumentos. Y aunque el sonido electrónico de Hiper construya un mundo sonoro de apariencia futurista y distópico, alejado de la actualidad, se trata de un disco que encuentra su concepto y sus raíces en 2018. Sobre estructuras minimalistas y la ayuda de ocho voces femeninas -que amplifican y dan dimensión a su mensaje-, Par creó la crónica de una actualidad dominada por la melancólica hiperconexión.
15) SEBASTIÁN CASAFÚA - CAUDILLO
El corazón de Sebastián Casafúa no puede apartarse mucho del grunge. Y fue gracias a él que logró definir en este disco un sonido más propio, que equilibra a la perfección su pasado más rockero, heredado de sus bandas Kirlian y Psimio, con la sensibilidad de cantautor que había explorado en su primer trabajo solista. En Caudillo presenta canciones que homenajean afectuosamente a los ídolos y al sonido de Seattle, al mismo tiempo que crea himnos personales y emotivos –acompañados de muy oportunas voces invitadas de Pedro Dalton y Fede Lima-, con vistazos de humor, referencias culturales y su mirada particular.
14) PHORO – ALJIBE
Escuchar la música de Phoro es como entrar en una habitación totalmente a oscuras. De a poco los ojos se acostumbran a la ausencia de luz y empiezan a encontrar sutiles siluetas; luego formas definidas. Al rato se consigue tener consciencia del espacio, aunque por supuesto, limitadamente. El segundo disco de Phoro luce su belleza y minimalismo electrónico entre penumbras, su vulnerabilidad entre estrictas percusiones, y sus melodías encantadoras en el medio de un atractivo y hermoso misterio.
13) LECHUGA ZAFIRO - TESTIGO
Luego de años de perfeccionar su música para la pista, Lechuga Zafiro decidió liberarse de sus ataduras para crear un EP que explora su costado más evocativo y cinematográfico, y que asume el difícil desafío de crear basándose exclusivamente en sonidos capturados por él mismo. Así, el río Uruguay inundado cruza todo el álbum, dándole el ritmo acuoso a los hiperdetallados tracks. Y sirve como hilo conductor en una escucha que aunque no se aleja del todo del baile, atrapa y perturba como si de un corto de terror se tratara.
12) SANTE LES AMIS – SUEÑO ANIMAL
El segundo disco de Sante Les Amis se hizo esperar, pero valió la pena. Seis años después de su primer lanzamiento encontramos a la banda en un lugar más maduro y tal vez menos discotequero, pero con el ojo pop más afinado y diestro. Y si bien no escasean esas canciones que mueven las cabezas y se pegan en el cerebro (dos resultados que ya son su marca registrada), es en sus experimentaciones sonoras y vocales - particularmente los temas Sin pausa y Solo dos-, donde Sueño Animal triunfa y se supera.
11) ALGODÓN - VIRTUDES
Entre todos los experimentos musicales de Paul Higgs, los álbumes temáticos y los “antidiscos”, es con el quinto y más reciente trabajo firmado por Algodón con el que marca un mojón definitivo en su carrera. Esta vez acompañado por su banda completa a lo largo de todo el proceso, dio con un sonido mejor logrado, en el que continúa incorporando y desarrollando las formas del rock clásico, el blues y las irresistibles melodías del pop rioplatense, mientras canta sobre tópicos más cotidianos, urgentes y maduros. Virtudes así abre un interesante y firme camino para el prolífico músico.
10) LA MUJER PÁJARO - FAROS CIEGOS
Con su segundo disco, La Mujer Pájaro se consolida definitivamente como una de las bandas jóvenes con un potente y definido acervo de canciones, y unos confiables hacedores de buenos discos. Este nuevo trabajo reúne enfrentamientos con la madurez, ansiedades y el futuro incierto, todo adornado de bellas melodías, estribillos que dan en el clavo y guitarras de amabilidad indie rock. Y es justamente en esa dicotomía entre la melancolía, la oscuridad, y la luminosidad de su música en que encuentran una identidad propia y atractiva.
9) MARTÍN RIVERO – LA ESPUMA DE LAS HORAS
Martín Rivero, uno de los más finos compositores de canciones pop, mapeó en su segundo disco solista la travesía circular de un navegante que surca mares picados sobre melodías pegadizas y riffs post-2000. Con un pop de guitarras rockeras como punto de partida, transita por canciones alegres para bailar triste, rincones solitarios y melancólicos, baladas minimalistas y brillantes. Hacia el final del viaje, llegar a regiones más introspectivas y reflexivas lo hacen perderse en una tempestad electrónica. Será aquel inicial Faro el que lo devuelva sano y salvo a su origen.
8) SANTI MOSTAFFA – ESCAPISMO
Tras lograr proyección internacional y transformarse en uno de los MCs más convocados del año, el paso siguiente para Santi era crear un álbum que cayera como piña seca. Eso era esperable, y sucedió. Pero fue a más. La sorpresa fue encontrar a un rapero explorando nuevos territorios, y más importante: tomando riesgos. Dio un merecido lugar a la desgarradora vulnerabilidad; se dio el gusto de colaborar con un ídolo sobre la base de un candombe; encajó un coro de murga; e incluso citó a una famosa y pegadiza cumbia de los 2000 para crear uno de los temas románticos del año. Cada riesgo dio excelentes frutos.
7) AFC - MURGANG
En la cultura rapera, el flexing es ese alarde de las habilidades o las posesiones materiales que uno tiene. Una orgullosa demostración de poder. Y Murgang, el tercer disco de AFC, es puro flex. Que son los MCs más diestros de la escena; que lograron salirse con la suya y mezclar trap con rock; que hacen bailar a los rockeros y hiphoperos por igual; que lograron que Supervielle volviera a rapear, e incluso colaborar con Mac Team, la otra crew más potente de la actualidad. Y tienen razón. No hay necesidad de ser humilde cuando se trata de un disco como este.
6) ROMINA PELUFFO - OBSESA
Las mejores canciones son las que te atrapan por sorpresa. Las que te descolocan mínimamente para después volverte a recomponer, pero esta vez un poquito mejor. Eso fue lo que logró Romina Peluffo con Obsesa, el contundente y minimalista tema que da nombre a su debut, y mantuvo brillantemente a lo largo de su disco. Se consagra gracias a su impecable producción, el fino equilibrio entre las voces y los coros, y una atrapante tendencia hacia los graves. Obsesa es simple y sofisticado, directo y desgarrador. La sorpresa del año.
5) HERMANOS LÁSER – EL PROBLEMA DE LA FORMA
Gracias a estas hermosas y emotivas canciones -de esas que solo los Láser saben hacer-, su segundo disco adquirió una tonalidad más poética que su antecesor. Mientras en su música se explayan en detalles sonoros y melodías poderosas, en sus letras evocan un estado de ánimo particular. Uno que parece ubicarse en el medio de un boscoso camino de búsqueda personal, pero que también se ramifica en senderos que se pierden en el interior. Hay ensayo y error, dudas y cambios; y tal vez, una dificultosa metamorfosis hacia la madurez, lo que sea que significa ser eso.
4) ELI ALMIC – REFLEJO
Eli Almic tuvo que salir de su zona de confort, su país y de sí misma para dar con un puñado de canciones que reflejan realmente su esencia. Que la definen como una artista completa e interesante, de una voz propia aguda, crítica y por sobre todo, una con mucho soul. Después del poderoso y catártico Brujas (el indiscutido tema del año), solo necesitó cinco excelentes canciones para crear un gran disco. En Reflejo Eli demuestra no solo el poder de la colaboración, sino también su propia maleabilidad y rango. Y deja claro que es posible encontrar inspiración y aprendizaje de cada momento del viaje, incluso durante los bloqueos creativos.
3) PIEL – BIEN POR LAS HERIDAS
Para la mayoría de la gente cuestionar su rutina, sus relaciones o su propia vida puede llevar a un momento de crisis. Para los hermanos Vivas resultó en un disco; en uno excelente. Esta suerte de reflexión en voz alta la combinaron con su bagaje del hard rock -ese que los invita a crear obsesivamente riffs, ritmos diferentes de batería y un sinfín de partes, puentes y outros-, un gran oído por la melodía, un afán por las texturas y la producción detallista. El resultado son canciones únicas, que invitan a perderse entre sus instrumentos y encontrar frases dignas de posteos de Instagram.
2) ARQUERO - AGUAFIESTAS
Diego Arquero sabe cómo jugar a este juego, y en esta ronda del año salió ganando. Sabía que tenía que hacer un excelente disco que pateara el tablero. Que tenía que acompañarlo por un arte y videos atractivos, shows que movieran a la gente y agotaran entradas. Pero además, participó constantemente en colaboraciones para asegurarse su permanencia y cultivó una presencia pública que atrapó seguidores en las redes.
Guiado por su visión, optó por profesionalizarse y no dejar nada al azar. Se encargó de elegir los beats realizados por un puñado de geniales talentos, y sobre ellos construyó letras sinceras y confesionales, pero también fiesteras, románticas y sensuales. Gracias a su infeccioso humor, Arquero divierte y hace bailar, pero por debajo cuela críticas al trap, habla de ausencias y miedos, y le moja las orejas a sus compañeros.
Así, Aguafiestas es un excelente y redondo álbum. Es de esos que tienen un tema para cada persona, favoritos que van cambiando con el tiempo. Y por supuesto: hits de sobra.
2018 fue el año de Arquero, nosotros simplemente vivimos en él.
1) ETÉ Y LOS PROBLEMS - HAMBRE
Todo comenzó con un éxodo. Uno que fue congregando gente, sumando adeptos y fieles peregrinos. Pero como en toda travesía la cosa se complica. Se cuestionan liderazgos, se pone a prueba la fe. Se acaban los recursos y la paciencia, la tensión se corta con un cuchillo.
Pero al final, fue el hambre que los puso de pie. El que sirvió de inspiración en un momento más que oscuro. Fue el hambre lo que recompuso a la banda, sanó el quiebre y renovó el compromiso. Fue entorno al fuego que las canciones nacieron, se desarrollaron, se compartieron y sentaron los cimientos para construir una nueva historia.
Hambre captura el mejor momento de una banda, creativa, poética e interpretativamente. Es un disco conceptual perfecto, que amplía y amplifica la mitología detrás de Los Problems, orquestando atmósferas diferentes y emociones fuertes; y con una producción tan detallista que incluso fue pensado para ser escuchado en vinilo. Asumió desafíos (pulir las voces, ¿¡agregar vientos?!) y los cumplió con creces. Y más importante: invita al escucha a sentarse en la mesa, servirse un vino y sentirse parte protagonista este disco.
El capítulo que sigue se construye entre todos.